Quién es:
Pequeño arbusto originario de Europa, norte de África y oeste de Asia. Se le conoce como boj. Es la especie que se utiliza en la mayoría de los jardines para la formación de topiaria.
Cómo es:
Arbusto perennefolio de larga vida (hasta 100 años) y crecimiento muy lento, de hasta 1,5 m de altura media. Hojas simples, opuestas y coriáceas, con forma lanceolada a ovada, de color verde oscuro por el haz y más claro por el envés, de hasta 3 cm de longitud. Flores masculinas y femeninas en el mismo ejemplar; aparecen a principios de primavera en inflorescencias de varias flores masculinas y una femenina en las axilas foliares; miden unos 2 mm; son de color amarillas poco vistosas. El fruto es una cápsula marrón o gris, de 1 cm de largo, que contiene muchas semillas en su interior.
Qué le gusta:
Las exposiciones en semisombra o sombra, aunque tolera el sol. Es resistente al frío al viento y a la sequía.
Qué odia:
Las temperaturas extremas en el invierno. Tampoco le gustan los suelos encharcados, especialmente durante su periodo vegetativo.
En qué suelo le gusta vivir:
Se adapta a todos los suelos, pero le gustan más los que son húmedos, bien drenados algo calizos y de pH neutro.
Y en el jardín:
Se utiliza para la formación de setos, borduras, para topiaria en parterres. También se puede plantar en macetas. Es una especie que tolera muy bien el recorte, y posee un follaje muy compacto, de modo que se utilizar para darle múltiples y variadas formas.
Algo curioso:
Las hojas y las semillas del boj son venenosas. Su madera es muy valorada y tiene multitud de usos, uno de los más conocidos es para la fabricación de instrumentos musicales de viento, como flautas, clarinetes y algunas piezas de las gaitas. Esta planta contiene mucho ácido nítrico, motivo por el que se usa para abonar las viñas con sus hojas en algunas zonas del sur de Francia.