Quién es:
Arbusto originario del este de Asia, Europa y hasta el norte de Corea.
Cómo es:
Es un arbusto caduco de hasta 1,5-2 m de altura, con hojas caducas, opuestas, ovales de color verde matizadas de blanco, de 4 a 8 cms de longitud, ligeramente puntiagudas y con bordes enteros. En otoño, adquieren un color amarillo o naranja antes de caer. Tallos leñosos muy decorativos durante el invierno por su color escarlata brillante. Floración en el periodo comprendido entre mayo y julio; flores blancas. Frutos en forma de guisante, de color blanco o ligeramente azul; se producen durante los meses de otoño.
Qué le gusta:
Las exposiciones en semi-sombra o ligeramente soleadas. Resiste las heladas fuertes y el suelo ácido.
Qué odia:
El encharcamiento y las exposiciones a plenos sol, ya que se queman sus hojas
En qué suelo le gusta vivir:
En los fértiles de textura arcillosa, arenosa o franca, de pH neutro o ligeramente ácido.
Y en el jardín:
Aislado o en grupos, e incluso para setos que necesiten mantenerse sin hojas durante el invierno. Especie fantástica para aportar novedades en el jardín en todas las estaciones del año. Sus ramas de color rojo resultan muy atractivas en invierno. En primavera y verano destacan sus hojas de color verde con márgenes blancos y sus flores blancas. En otoño posee frutos blancos que contrastan con las ramas rojizas a medida que el arbusto va perdiendo follaje.
Algo curioso:
Este arbusto florece sobre madera del año anterior, por lo que una poda a destiempo elimina la floración.