Quién es:
Arbusto o pequeño árbol originario inicialmente de Asia, desde donde pasa a Europa por Grecia. Es el avellano, árbol que produce las avellanas
Cómo es:
Es un arbusto ramoso o pequeño árbol de hoja caduca, que puede llegar a alcanzar los 10 m de altura. Copa amplia y densa y corteza rojiza al principio y grisácea al madurar. Hojas simples, alternas, con forma acorazonada y muy anchas, de hasta 15 cm de longitud, serradas y acabadas en punta. Flores unisexuales que nacen en invierno. Las masculinas se disponen en largos filamentos colgantes (amentos) de color amarillo pálido y entre 5 a 12 cm de longitud. Las femeninas son muy pequeñas y se encuentran ocultas en las yemas. El fruto es la avellana; tarda 7-8 meses en madurar.
Qué le gusta:
Es una planta de climas templados. Prefiere ubicaciones aireadas con temperaturas suaves y cierto grado de humedad ambiental. Le gusta la niebla.
Qué odia:
La sequía y los ambientes muy secos. No aguanta las temperaturas muy bajas (por debajo de -8ºC).
En qué suelo le gusta vivir:
Aunque no es excesivamente exigente, los prefiere profundos, frescos, blandos silíceo-calcáreo-arcillosos, con subsuelo permeable y pH entre 5,5 y 7,8. No les gustan ni los excesivamente arenosos ni los arcillosos
Y en el jardín:
Se suelen colocar aislados o en grupos, en este último caso, de más de dos ejemplares para que se produzca la polinización. También para formar setos. Es un árbol muy decorativo por el colorido dorado de las hojas en el otoño, y por los amentos masculinos que aparecen en primavera antes de las hojas. Es muy usado para colocar en ubicaciones erosionadas. La variedad “pendula” tiene porte colgante, muy interesante para su uso en jardinería.
Algo curioso:
Este arbolito, además de las avellanas, proporciona buena madera usada en cestería y tonelería. Es una especie protegida o amenazada en las comunidades de Andalucía, Castilla La Mancha, Extremadura y Madrid.