Quién es:
Especie muy extendida en Europa, Norte de África y Asia. Conocido comúnmente como espino albar, espino blanco o majuelo.
Cómo es:
Puede ser un árbol de pequeño porte o un arbusto, hoja caduca, de hasta 15 m de altura cuando tiene porte arbóreo, pero habitualmente mide entre 4 y 6 m. Ramas con espinas. Hojas sin pelos, de 2 a 4 cms de largo, profundamente lobuladas, a veces casi hasta el centro, con los lóbulos abiertos en un amplio ángulo; cambian de color a anaranjado y/o pardo en el otoño, antes de caer. Las flores son corimbos de entre 5 y 25 unidades, de color blanco, con 5 pétalos y algo olorosas. Las emite a finales de primavera. El fruto es una baya (pomo) oval con una única semilla, de color rojo que madura a finales de verano; poseen gran valor para la vida silvestre, ya que es un buen alimento para las aves, especialmente durante el invierno.
Qué le gusta:
Las exposiciones soleadas. Resiste bien tanto las altas como las bajas temperaturas, vegetando bien tanto en altitudes por encima de los 1.800 m como a nivel del mar; es una especie bastante rústica y poco exigente.
Qué odia:
La falta de drenaje
En qué suelo le gusta vivir:
En los húmedos, con buen drenaje, evitando los suelos compactados y/o arcillosos con poca porosidad.
Y en el jardín:
Se puede usar aislado, con porte arbóreo, o para formar setos espinos con porte arbustivo. También se usa como árbol o arbusto atractivo en lugares de condiciones difíciles, y para proteger taludes contra la erosión.
Algo curioso:
Las hojas jóvenes son buenas en ensalada. La fruta sirve para hacer vino, mermeladas y para aromatizar brandis. Posee principios activos que se usan como cardiotónicos, relajantes, antioxidantes, dilatadores del sistema cardiovascular etc.