Quién es:
Árbol único en el mundo sin parientes vivos. Se le considera la especie más antigua de la tierra. Su origen es chino. Llegó a Europa en el siglo XVIII.
Cómo es:
Árbol dioico (dos pies de planta diferentes para cada sexo) caducifolio muy longevo, de crecimiento lento, de porte mediano, que en buenas condiciones puede llegar a alcanzar los 30-35 m de altura. Posee una copa estrecha y forma más bien irregular. Ramas rectas, anchas y con tendencia vertical. Hojas de color verde claro, de 5-15 cms de longitud, planas y en forma de abanico; las nacidas en los brotes largos suelen tener dos lóbulos. Inflorescencias masculinas amarillas agrupadas en amentos cilíndricos, que nacen en los brotes cortos. Flores femeninas en grupos de 2 ó 3, produciendo una semilla blanda de color marrón amarillento que se torna verde grisácea al madurar.
Qué le gusta:
Los ambientes húmedos, climas templados y abundante luz solar. Soporta la contaminación, el fuego y las bajas temperaturas, la falta de luz e incluso la radioactividad. No es un árbol que necesite muchos cuidados. Es, en general, un árbol muy resistente
Qué odia:
Es muy sensible al encharcamiento.
En qué suelo le gusta vivir:
Se adapta a cualquier terreno, pero crece más rápido si se planta en los arenosos.
Y en el jardín:
Aislado, en agrupaciones o alineaciones. Es muy elegante y decorativo, especialmente durante el otoño, cuando sus hojas se tornan de color amarillo-dorado antes de caer. El aspecto de sus ramas es muy liviano, por lo que ofrece un contraste muy interesante cuando se le ubica cerca de árboles de copa muy densa y tonalidades intensas
Algo curioso:
No se le conoce ninguna enfermedad.
El 6 de agosto de 1945 explotaba en Hiroshima, Little Boy, la primera de las dos bombas atómicas lanzadas en Japón en la Segunda Guerra Mundial. Un ginkgo que se encontraba en los jardines de un templo budista, a 1 km. del lugar de la explosión quedó destrozado. En la primavera siguiente, el ginkgo brotó de nuevo. Hoy en día el árbol sigue vivo.