Quién es:
Especie procedente de Persia según algunos autores, o de China y Japón según otros. Es cultivado por la madera, las hojas aromáticas y el fruto comestible; también como ornamental.
Cómo es:
Árbol caducifolio, de hasta 25 m de altura y con diámetros de tronco que pueden superar los 2 m. Tronco corto y robusto, de color blanquecino o grisáceo. Hojas de 20 a 35 cms de longitud, alternas, imparipinnadas, compuestas habitualmente por 5-9 foliolos, enteros o ligeramente aserrados, de color verde rojizo al brotar y que después se tornan verde oscuro. Inflorescencia femenina compuesta por 1-5 flores pelosas; la masculina con gran número de flores, densamente dispuestas a lo largo del amento. De las flores femeninas nacen los frutos, las “nueces”
Qué le gusta:
Es, en general, bastante rústico. Aguanta las bajas temperaturas del invierno, pero las heladas primaverales pueden dañar los brotes nuevos y los pequeños frutos, y las de otoño pueden ser negativas durante los primeros años de crecimiento del árbol.
Qué odia:
La sequía extrema.
En qué suelo le gusta vivir:
Se adapta bien a todos los suelos, aunque prefiere los profundos, permeables, sueltos y de buena fertilidad, de pH neutro
Y en el jardín:
Aunque su mayor uso es industrial, para la obtención de madera y de “nueces”, también se puede usar en jardines grandes, más bien en pies aislados y en espacios abiertos, ya que necesita bastante superficie para que se desarrolle bien.
Algo curioso:
A este árbol también se le atribuyen infinidad de propiedades curativas e incluso estéticas, ya que sus hojas se utilizan para resaltar el tono de los cabellos oscuros.