DATOS GENERALES

El Monte de El Pardo es un espacio natural de extraordinario valor, considerado como el bosque mediterráneo más importante de la Comunidad de Madrid y uno de los mejor conservados de Europa. Cuenta con una superficie de 15.821 hectáreas, de las que aproximadamente 900 son para uso público.

Madrid es una de las pocas capitales a nivel mundial que cuenta con una masa forestal tan importante y en la que además habitan animales salvajes y endémicos.

Ha sido la histórica unión de El Pardo a la Corona la que ha permitido salvaguardar esta reserva ecológica y su diversidad biológica, y evitar que el espacio haya sido absorbido por las presiones urbanísticas de la capital y de otras localidades madrileñas, que se han expandido enormemente durante las últimas décadas.

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LÍMITES

El bosque de El Pardo se encuentra al norte de Madrid, junto con su apéndice el Monte de Viñuelas. Limita al norte con los municipios de Tres Cantos y Colmenar Viejo, al noroeste con Hoyo de Manzanares y Torrelodones y al oeste con Las Rozas de Madrid. En los restantes puntos cardinales, la linde la marcan distintos barrios de la capital, entre los que destacan los de Fuencarral y Aravaca.

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ACCESO

Desde la M-30 y M-40 desvío a la M-605, carretera de Madrid a El Pardo. Desde Fuencarral se accede por la M-607. En transporte público el autobús nº 601 parte desde Moncloa hasta El Pardo y Mingorrubio.

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 ORIGEN DEL NOMBRE

El origen de su nombre parece bastante claro. El vocablo hace referencia al color de la tierra (el color pardo), que domina todo el paisaje. Pese a ello, algunos investigadores vinculan el topónimo al oso pardo, muy abundante en tiempos pasados. El rey Alfonso XI así dejó constancia en el Libro de la Montería, escrito hacia 1340.

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VEGETACIÓN

El bosque predominante, el mediterráneo, está compuesto mayoritariamente por encinas (Quercus ilex) y por algún residual alcornoque (Quercus suber); entre estos árboles encontramos arbustos como: Jara pringosa (Cistus ladanifer), Torvisco (Daphne gnidium) y Retama blanca (Retama sphaerocarpa).

 En el estrato herbáceo, encontramos la botonera (Helychrisum stoechas), la lengua de buey (Anchusa azurea), la ruda (Ruta graveolens), y aromáticas del género Lavándula.

A la orilla del río Manzanares encontramos el bosque de ribera, donde podemos identificar una amplia diversidad de especies de árboles como: el sauce (Salix alba), el fresno (Fraxinus angustifolia), el chopo (Populus alba) y el aliso (Alnus glutinosa). En el estrato arbustivo encontramos zarzas (Rubus sp), junco churrero (Scirpus holoschoenus), retamas blancas (Retama sphaerocarpa) e hinojo (Phoeniculum vulgare), principalmente. Encontramos también flora estrechamente ligada a las zonas de ribera, como la espadaña o enea (Typha latifolia), la lenteja de agua (Lemna minor) y algunas poligonáceas (como Poligonum anphibium).

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