Quién es:
Planta conocida como zarzamora, se distribuye por toda Europa, y se observa comúnmente en toda la Península Ibérica
Cómo es:
Es una planta vivaz, leñosa y muy invasiva, con tallos flexibles llenos de espinas. Hojas muy aserradas, de color verde por el haz y verde grisáceo con pilosidad por el envés; son pinnadas y se dividen en foliolos ovales. Las flores se producen durante la primavera, son de color blanco o rosado y se agrupan en racimos terminales. El fruto es la mora o zarzamora, globulosa, que cambia de color del verde al negro pasando por el rojo en función del grado de maduración. Se produce a finales de verano y principios de otoño.
Qué le gusta:
Es muy rústica y adaptativa todo tipo de terreno y temperaturas, aunque gusta más de exposiciones soleadas y humedad en el terreno; en España es generalmente considerada como mala hierba.
Qué odia:
La falta de drenaje y el encharcamiento; tampoco le gustan las ubicaciones umbrosas.
En qué suelo le gusta vivir:
En cualquier tipo de terreno, incluso los pobres y pedregosos, siempre que posean cierta humedad.
Y en el jardín:
No es muy usada en jardinería por tratarse de una especie muy espinosa y altamente invasiva. Sin embargo, resulta una especie muy interesante para delimitar el espacio y/o como disuasoria en grandes extensiones o parcelas. Podría tener uso en jardines para marcar los límites parcelarios y/o para disuadir, gracias a sus espinas. En ese caso, sería muy importante controlar su excesivo y rápido crecimiento mediante podas frecuentes.
Algo curioso:
Su fruto es comestible, y muy rico en vitaminas A y C, y minerales como el potasio (muy diurético); posee un alto contenido en fibra y bajo contenido calórico. Se consume fresco, pero también se usa para la elaboración de mermeladas, macedonias, tartas, vinos, aguardientes.