Quién es:
Árbol nativo del este de Asia, especialmente del norte de China. Se le conoce como sauce llorón.
Cómo es:
Árbol caducifolio de hasta 12 m de altura, aunque puede llegar a medir 20 m. Posee ramas delgadas, flexibles, largas, colgantes casi hasta el suelo. Tronco con corteza que se va fisurando con el paso del tiempo. Copa con forma irregular y colgante. Hojas lanceoladas de 8 a 15 cm de longitud con el borde finamente aserrado, de color verde claro por el haz y glauco por el envés, con los nervios bastante marcados. Flores en amentos péndulos de 2 a 5 cm de largo, de color amarillo pálido; florece en invierno. El fruto es una cápsula dehiscente formada por dos valvas.
Qué le gusta:
Es un árbol de ribera, de crecimiento rápido, pero poco longevo; le gusta el agua; se puede plantar en terrenos cercanos a cursos de agua, o en suelos con drenaje pobre. Exposición soleada o en semisombra. Resiste la cercanía al mar y algo de salinidad en el suelo.
Qué odia:
Las heladas primaverales intensas, que pueden helar sus hojas
En qué suelo le gusta vivir:
Es, en general, bastante rústico y adaptativo, aunque requiere, eso sí, terrenos húmedos o pantanosos. Necesita disponer de humedad constante en el suelo, especialmente durante el periodo vegetativo.
Y en el jardín:
Por su característica copa con ramas colgantes se ha usado desde la antigüedad, aislado y siempre en jardines grandes, donde tenga espacio suficiente para desarrollarse. Nunca cercano a tuberías, conducciones, solados o edificios, ya que sus raíces son muy vigorosas y podrían causar daños.
Algo curioso:
La medicina natural utiliza su corteza como antipirético, analgésico de efecto moderado y antiinflamatorio. Las hojas se usan para combatir afecciones del pelo y el cuero cabelludo.