Quién es:
El comúnmente conocido como lilo es un arbusto perteneciente a la familia de los olivos. Nativo de la península de los Balcanes, donde crece en las colinas rocosas. Está ampliamente cultivado como ornamental y se ha naturalizado en prácticamente toda Europa, así como gran parte de América del Norte.
Cómo es:
Es un arbusto o pequeño árbol de hoja caduca, que crece hasta los 6 ó 7 m de altura. Tiene hojas simples, de color verde claro a glauco, con forma ovalo-lanceolada. Las flores son de color violeta a malva, y más raramente blanco, de tamaño pequeño y dispuestas en panículas terminales de entre 8 y 18 cm de largo, muy olorosas y de perfume característico, muy atrayente para las mariposas, abejas, etc. Nacen en las ramas del año anterior. Frutos en cápsula seca, de color pardo, que no son especialmente interesantes.
Qué le gusta:
A este arbusto le gusta el frío. De hecho, para que florezca abundantemente es necesario que esté ubicado en zonas con inviernos fríos. Así mismo, vegeta bien en ubicaciones umbrosas.
Qué odia:
La acidez del suelo y los climas extremadamente secos. Tampoco funciona bien en las zonas costeras.
En qué suelo le gusta vivir:
En suelos neutros o calcáreos, aunque es capaz de soportar tanto los suelos arenosos como los arcillosos.
Y en el jardín:
Se puede usar formando macizos o pies aislado. También se puede cultivar como seto contra las paredes o para formar arriates. En cualquier caso, es mejor usarlo sólo en jardines de tamaño medio- grande, ya que pasada la floración es un arbusto sin mucho interés ornamental.
Algo curioso:
Su nombre deriva del griego «syrinx», que significa flauta, y es que con la madera de los lilos se fabricaban las flautas.
Su aceite esencial es muy usado para la fabricación de perfumes.