Quién es:
Planta nativa de Europa y Asia occidental y meridional, también de América. Se le conoce muy bien con el nombre de muérdago.
Cómo es:
Es una planta semiparásita, sin raíces pero con clorofila, que crece sobre las ramas de diversos árboles. Sus tallos pueden llegar a medir hasta 1 m; se dividen desde la base en varios ramos cilíndricos y divididos por nudos. Las hojas son de color amarillo verdoso de entre 2 y 8 cm de largo y 1-2 cm de ancho que se disponen en pares opuestos, son lanceoladas y de textura correosa. Las flores son diminutas y también de color amarillo verdoso. El fruto es una baya pequeña, verde primero y blanquecina traslúcida cuando madura, no comestible.
Qué le gusta:
Es una planta parásita, que vive sobre todo en las ramas de encinas, olivos, pinos, manzanos y robles, con frecuencia en regular o mal estado vegetativo
Qué odia:
Al ser una planta parásita, no será capaz de sobrevivir en especies vegetales fuertes y con buen desarrollo vegetativo
En qué suelo le gusta vivir:
No vive en el suelo, sino encima de los huéspedes a los que parasita
Y en el jardín:
No tiene uso en jardinería, aunque sí en floristería. Además, es una especie que posee muchos otros usos para el hombre, considerándola siempre una planta sagrada, asociada a la fertilidad debido a su permanente color verde y que trae buena suerte
Algo curioso:
Es considerada una planta mágica, asociada con las navidades, colgada sobre puertas o adornando el árbol de navidad. La tradición establece que aquella mujer que recibe un beso bajo el muérdago en Nochevieja encontrará el amor que busca o conservará el que ya tiene.