Quién es:
Es comúnmente conocida como glicinia. Es una planta trepadora leñosa originaria de Japón, que puede llegar a alcanzar los 30 m de longitud cuando está enredada sobre algún tipo de soporte, y puede llegar a vivir más de 50 años. Pertenece a la misma familia de los guisantes.
Cómo es:
Gran trapadora enrollante de troncos, posee hojas caducas con 13-19 foliolos de ovalados a elípticos. El hábito de floración de esta especie es el más espectacular de la familia de las glicinias. Posee los racimos colgantes de flores con los portes más largos, pudiendo llegar a cerca de los 50 cms de longitud. Estos racimos estallan en grandes agrupaciones florales de color blanco, rosa, violeta o incluso azul, a principios de primavera, incluso antes que las hojas. Las flores emanan una fragancia distintiva similar a la de las uvas. Sus frutos aparecen tardíamente en forma de bayas colgantes, verdes y aplanadas.
Qué le gusta:
Le gustan las exposiciones a pleno sol, los riegos abundantes cuando son jóvenes, y moderados cuando son adultas. Brota mejor después de un abonado anual orgánico en otoño o invierno. Tampoco le hace ascos a algún fertilizante químico durante la primavera y a final del otoño, pero sin pasarse, mejor a dosis bajas.
Qué odia:
Las exposiciones al norte, los suelos pobres y las plagas y enfermedades; de entre todas, la glicinia es susceptible de contraer la bacteria Agrobacterium tumefaciens, que origina tumores o agallas en la zona del cuello de la planta. Si esto ocurre, debe ser destruida.
Odia que no se cumplan sus citas con la poda, tanto anual como estacional. En caso de incumplimiento reaccionará presentando un aspecto espantoso y con ausencia de floración, siendo precisamente este aspecto el más interesante de ella.
En qué suelo le gusta vivir:
En suelos húmedos y bien drenados. Soporta los climas fríos y posee cierta resistencia la sequía.
Y en el jardín:
Siempre suele estar cubriendo porches, pérgolas, muros o paredes de edificios, a veces trepando sobre árboles. En cualquier caso, necesita algún tipo de apoyo sobre el que sujetarse, ya que por sí misma no dispone de ningún órgano adaptado a la trepa.
Algo curioso:
Todas las plantas trepadoras nativas del hemisferio norte giran en el sentido contrario a las agujas del reloj cuando se enrollan y las nativas del hemisferio sur lo hacen en el sentido horario, pero curiosamente, esta glicinia gira en el sentido horario, a pesar de que Japón, país de dónde procede, se encuentra en el hemisferio norte. Por qué? Pues porque hace algunos millones de años Japón pertenecía de hecho al hemisferio sur. Y es evidente que esta planta aún lleva impreso en su ADN algo que le dice que se mueva en esa dirección, aunque haya estado en el hemisferio norte durante bastante tiempo ahora.